lunes, 23 de enero de 2017



“LAS MÁQUINAS HARÁN TRABAJOS TOTALMENTE DE HUMANOS”




Barzilay enseña a los sistemas con inteligencia artificial a reconocer y procesar nuestro lenguaje para que sean capaces de leer y escribir.


Regina Barzilay (1970, Chisináu, Moldavia) es la mujer que enseña a las máquinas a aprender. Especializada en reconocimiento y procesado de lenguaje natural, lleva casi dos décadas educando a los ordenadores en nuestro 'idioma'. "Intento que una máquina coja un texto, extraiga su información y lo haga útil para los humanos. Pero las máquinas tienen que aprender el lenguaje, porque ellas por sí mismas no saben leer inglés", explica en Madrid, a donde ha venido como jurado de los premios Fronteras del Conocimiento en Tecnologías de la Información y la Comunicación de la Fundación BBVA. Barzilay ya se ha convertido en una referencia en su campo, la lingüística computacional. Actualmente es catedrática, investiga y enseña en uno de los centros más prestigiosos del mundo: el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos.
Su cometido es crear modelos para que las máquinas aprendan a realizar tareas reales, relacionadas con textos. Ya les ha enseñado a descifrar y traducir lenguas antiguas (como el ugarítico, una lengua empleada en Siria en el 1200 antes de Cristo), a analizar muchos documentos distintos y generar un resumen y a buscar la información que necesitan y no saben. Les ha enseñado a usar Internet. "Es como lo haríamos nosotros: si te mandan una tarea de la que no tienes ni idea, ¿qué haces? Buscar información donde la expliquen. Ellas hacen lo mismo". Además de las aplicaciones educacionales de sus programas, actualmente está centrada en un nuevo campo. Cuando hace dos años le detectaron un cáncer de mama, además de su vida personal, hizo girar también su mundo laboral. Empezó a utilizar a todas las máquinas que ha enseñado, a su favor y al de muchas mujeres. "Hoy en día tenemos mejor tecnología para recomendarte un pintalabios que para ayudarte a prevenir el cáncer de mama. Eso había que cambiarlo".

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